22 noviembre, 2024

El presidente Alberto Fernández firmó el decreto que reglamenta la ley 27.669 para la producción industrial de cannabis y desde este lunes, cuando aparezca en el Boletín Oficial, el Estado se encontrará en condiciones de otorgar licencias para la puesta en marcha de un nuevo sector de la economía nacional.

La ley, sancionada en mayo de 2022, tiene por objeto establecer la cadena de produccio´n y comercializacio´n local o con fines de exportacio´n de la planta, sus semillas y sus productos derivados afectados al uso medicinal, incluyendo la investigacio´n cienti´fica, y al uso industrial. En la Rosada destacan que es “el resultado del consenso legislativo, a partir de una iniciativa presentada por el Poder Ejecutivo Nacional” que buscó canalizar demandas de la sociedad vinculadas a los beneficios atribuidos al uso del cannabis con fines medicinales.

En el Gobierno nacional estiman, con optimismo, que la industria cannábica generará en los primeros años unos 10 mil puestos de trabajo para una demanda de aproximadamente seis millones de usuarios de esta planta milenaria, y esa cifra solo apunta a los fines medicinales. Prometen, también, que tendrán prioridad las pequeñas y medianas empresas, las cooperativas y las economías regionales.

Para el Gobierno, esta ley permite fomentar “el surgimiento de una industria dina´mica que involucra iniciativas del sector pu´blico, privado y de organizaciones de la sociedad civil”. Este concepto será central en el decreto firmado, además de por el Presidente, por los ministros Sergio Tomás Massa y Carla Vizzotti y el jefe de Gabinete de Ministros, Agustín Rossi.

La idea es otorgar al menos unas 80 licencias antes de fin de año a través de la Ventanilla Única de la Agencia Regulatoria del Cannabis (ARICCAME), conformada por esta ley pero ya en funcionamiento desde enero de 2023. “Avanzaremos en dos semanas con los emprendimientos que ya tienen las autorizaciones a través del Ministerio de Salud”, adelantó Francisco Echarren, presidente de ARICCAME, a este medio.

 

· El THC legal

La mayor novedad del marco regulatorio es que considera “cannabis psicoactivo” aquellas plantas con flores secas que superen en su composición química el 1% de tetrahidrocannabinol (THC), por lo tanto, hasta ese porcentaje es legal a partir de ahora la fabricación de productos a base de la sustancia, sin entrar en conflicto con la legislación penal ni con las normativas internacionales.

El THC es la principal molécula psicoactiva del cannabis sativa. Y es por este componente que la ley de drogas prohíbe la tenencia y cultivo de marihuana (y sus semillas) para uso adulto, excepto a las personas y ONG’s que estén inscriptas en el Reprocann -el registro de usuarios medicinales a cargo del Ministerio de Salud creado en 2021-, quienes pueden tener hasta nueve ejemplares en flor y transportar hasta 40 gramos de cogollos y un máximo de 6 unidades de goteros de 30 mililitros.

Las autorizaciones para particulares otorgadas por Salud no proponen un límite para el THC. Es decir, la marihuana que los usuarios producen en sus casas -ilegalmente o autorizados por el Reprocann- para uso medicinal o uso adulto (mal llamado “recreativo”) contiene mucho más que 1% de tetrahidrocannabinol.

Según lo establece el reglamento de la ley, la ARICCAME tendrá la potestad de actualizar esa proporción según se avance con nuevos modelos de legislación, o descubrimientos científicos, tecnológicos e industriales. También podrá establecer categorías especiales por sobre el índice fijado, de acuerdo al destino de la producción.

La discusión sobre el THC en la producción para uso “industrial u hortícola” fue una de las razones por las cuales se demoró la firma del decreto, originalmente prevista para abril pasado. Hubo objeciones pero finalmente ganó la postura de conservar esta proporción. Además, respecto del borrador original que llegó a Rosada, se dispuso mayor intervención en el proceso de licencias de otros organismos públicos, como el INTA, el Instituto Nacional de Semillas, la ANMAT o el SENASA, entre otros.

 

· Cómo tramitar la licencia para producir cannabis legal

Como autoridad de aplicación de la ley la Agencia definirá las especificaciones y regulacio´n de lo que se considera “producto derivado” del cannabis: medicinal humano, veterinario, nutricional, cosme´tico, industrial, de sanidad y fertilidad vegetal, pero la propia reglamentación deja abierta la puerta para nuevas funcionalidades, “que surjan a partir de la investigacio´n cienti´fica y el desarrollo tecnolo´gico e industrial”. Por caso, la semilla como alimento o el aceite que se extrae de esta es rico en Omega 3, 6 y 9. Y la fibra, como material textil puede reemplazar otros que son contaminantes.

La ley establece una Ventanilla Única para tramitar las autorizaciones y licencias para realizar las operaciones de cultivo, cosecha, almacenamiento, fraccionamiento, procesamiento, producción industrial, transporte y distribución, comercialización, y cualquier otra actividad económica que integre la cadena productiva del cannabis, de la planta de cannabis, de las semillas y productos derivados con fines medicinales, industriales y de investigación.

En el Gobierno explican que servirá para proporcionar una “mayor eficiencia” en las gestiones y tra´mites, unificar procedimientos administrativos y expedientes, dar intervencio´n a los organismos con competencias especi´ficas involucrados y facilitar el acceso y difusio´n de la informacio´n de manera homologada, estandarizada, actualizada e integrada.

“La Ventanilla Única es para que los trámites entren y salgan por la Agencia, fue un pedido especial de Sergio Massa con el fin de facilitar a los emprendedores más débiles”, aclaró Echarren a este medio. Según el funcionario -que también es intendente de la ciudad bonaerense de Castelli- se trata de “una reglamentación de vanguardia en todo el mundo” basada en un modelo que fomenta el trabajo de las cooperativas tomado, según explicó, de la legislación de Marruecos.

Aunque el trámite se hará a través de la ARICCAME, los organismos públicos como INTA, INASE o ANMAT deberán dar su aprobación a los proyectos sobre los que tengan competencia. Tendrán un plazo máximo de 25 días para elevar sus informes sobre cada pedido.

“La reglamentación abre puertas, desde nuestro lado ANMAT sigue con un rol clave para aprobar alimentos, cosméticos y medicamentos”, celebró Carla Vizzotti, ministra de Salud, ante la consulta de Infobae, quien destacó los avances de producción de aceites medicinales en La Rioja, que está por lanzar su producto, Chubut y la ya establecida Jujuy.

“Cannava, de Jujuy, está avanzando con ANMAT para distribuir su aceite en todo el país ya no solo en la provincia. Todos los productos tienen que tener tránsito federal. Además hay dos laboratorios privados que ya comercializan. Eso va a favorecer acceso, bajar costos y se va a poder distribuir en farmacias”, comentó la titular de la cartera sanitaria, que explicó que aprobar estos productos es “prioridad” para la Agencia de Medicamentos y detalló que “se armó un área específica para esto”.

Salud, junto a Ciencia y Tecnología, Seguridad y Economía, es parte de los ministerios que tienen silla en el Directorio de ARICCAME. Dentro del marco de sus responsabilidades y funciones, el Directorio tendrá la tarea de establecer en la normativa correspondiente las condiciones generales y específicas para evaluar las solicitudes de autorizaciones y licencias presentadas.

Además de los criterios establecidos por la ARICCAME, se dará prioridad en los procedimientos de evaluación y adjudicación de licencias y/o autorizaciones a empresas cuya mayoría o totalidad del capital social provenga de fuentes nacionales. También se considerará la coincidencia de la sede social con la jurisdicción en la que se realiza la actividad económica objeto de la solicitud.

Asimismo, se dará prioridad si el 50 por ciento o más de los roles de toma de decisiones, como la presidencia, administración, dirección y gerencias, están ocupados por mujeres o personas trans, y que la mitad o más de los puestos de trabajo del personal sean ocupados por mujeres u otras personas con identidades no binarias.

Todas las licencias tendrán una validez mínima de cinco años y serán renovables. Habrá siete tipos de licencia: de criadero, multiplicacio´n y cultivo; de servicios logi´sticos (transporte, distribucio´n, almacenamiento, envasado, entre otros); produccio´n de derivados; comercializacio´n de semillas, plantines y esquejes y flores; para estudios y pruebas analíticas; y de comercio exterior.

La ARICCAME es un organismo descentralizado, bajo la órbita del Ministerio de Economía, que articula las acciones con todas las provincias de la Argentina. La reglamentación establece la creación del Consejo Federal para el Desarrollo de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal, que estará constituido por un representante de la Nación y uno por cada provincia y por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El directorio de la Agencia está activo desde enero y está conformado por el médico Marcelo Morante, como vicepresidente (por parte del Ministerio de Salud); Mercedes La Gioiosa (designada por Aníbal Fernández en representación de Salud); Gabriel Giménez (por Agricultura, viene del Instituto Nacional de la Semilla y es un gran conocedor del mundo cannábico local) y la bióloga Varleria Rudoy (por Ciencia y Tecnología).

“Queremos conformar una agencia de cannabis inteligente, innovadora y que se ponga al servicio de los productores, de las Pymes y de las cooperativas para generar empleo, fortalecer las economías regionales y darle seguridad a millones de argentinos en el consumo de nuevos productos medicinales”, consideró Echarren, cuya expectativa es que Argentina se transforme en un “líder” de producción y comercialización en América Latina con “reglas claras de incentivos y alivios que promueven y fomentan la generación de empleo”.

El presidente de la cámara empresaria de cannabis Argencann, Pablo Fazio, celebró la demorada llegada del decreto. “Es motivo de festejo y un objetivo cumplido. Contar finalmente con la reglamentación es un paso decisivo para la puesta en marcha de la industria nuestro país. Ojalá sea el punto de partida para abandonar prejuicios, alejarnos de las miradas restrictivas e inaugurar un tiempo nuevo donde predomine la creatividad y la audacia para liderar los procesos que el ecosistema del cannabis require”, consideró.

Para Fazio será fundamental avanzar en la determinación de los usos y autorizar la comercialización de flor seca, el uso del cáñamo y el CBD en alimentos, bebidas, suplementos dietarios, productos veterinarios, cosméticos, entre otros.

Respecto de las primeras autorizaciones, el empresario opinó que “en lo inmediato, es esperable que en una primera tanda se homologuen las licencias de aquellos proyectos que hayan sido autorizados al amparo de la ley 27.350 (ley de uso medicinal) y que ya se encuentran en marcha. Es urgente hacerlo porque en todos los casos se han anticipado inversiones y buena parte de los mismos está pagando salarios en un marco de enorme incertidumbre y con escasas expectativas de generar ingresos”.

 

 

 

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