La semana pasada los padres de Eric Valdez denunciaban que se estaban poniendo “palos en la rueda” para esclarecer la muerte de su hijo quien fue encontrado sin vida y colgado dentro de una celda de la Comisaría Segunda de Concordia con claros signos de haber sufrido distintos tipos de vejámenes. Los dichos fueron motivados, entre otras cuestiones, al ser anoticiados sobre que la morgue judicial no tendría funcionando la cámara frigorífica para depositar el cuerpo del joven en caso de ser exhumado para una nueva autopsia. Dicha información le habría sido brindada a la fiscal del caso, Julia Rivoira, por el médico forense de la policía Gustavo E. López Lallana. La situación fue desmentida por las autoridades del hospital Felipe Heras. Además, se pudo corroborar que la vieja cámara frigorífica, propiedad del nosocomio y a disposición también de la Justicia, estaba en condiciones y operativa. Párrafo aparte para el desatino de la obra de la morgue judicial que fue mal construida y no tiene lugar para alojar la cámara de frío comprada con presupuesto del STJER y que no cabe en la sala donde iba a ser depositada porque se calcularon mal las medidas. Además, aseguraron las fuentes consultadas, no funciona ni funcionó desde que fue adquirida producto de alguna falla técnica que los especialistas no logran dilucidar.
A fines de octubre de 2019 el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (STJER) anunciaba con bombos y platillos la inauguración de la Morgue Judicial de Concordia, que se habilitó en un sector del Hospital Felipe Heras. Las obras de infraestructura y el equipamiento de la morgue de Concordia le demandó al Poder Judicial la inversión de 3.255.781,03 pesos de aquel entonces, según informó el propio Servicio de Información y Comunicación del Poder Judicial de Entre Ríos (*).
Los padres de Eric Valdez, patrocinados por los abogados Carlos Conti y Guillermo Peñalver, solicitaron la ampliación de las pericias sobre el cuerpo del joven muerto y que los estudios sean realizados por el equipo médico forense judicial de la Corte Suprema de Justicia.
El pedido de exhumación y una nueva autopsia respondería a que la familia descree de la practicada por los forenses de la policía porque consideran que no se detalla la gravedad ni el total de las heridas, hematomas y demás signos de vejámenes que tenía el cuerpo del joven Valdez, signos de violencia que fueron dados a conocer por medio de fotos sacadas por la propia familia durante el velorio y difundidas en las redes sociales y algunos portales de noticias.
Sin embargo, la fiscal del caso, Julia Rivoira, quien habría aceptado ordenar las pruebas, les habría comunicado que la ciudad no contaría con las instalaciones necesarias para conservar el cuerpo luego de ser exhumado ya que, según le habría informado el médico forense de la policía Gustavo E. López Lallana, en la morgue judicial no estarían funcionando los equipos de refrigeración. Por lo que la alternativa era trasladar el cuerpo a la morgue judicial en la ciudad de Oro Verde, pero desde el Estado les habrían dicho a los familiares que no cuentan con movilidad para realizar el traslado y estos no pueden afrontar los gastos con recursos propios.
“Esto nos da a pensar que realmente no quieren que se sepa la verdad. Es sospechoso que el Gobierno de la Provincia de Entre Ríos no cuenta con un móvil para poder trasladar el cuerpo de Eric a Oro Verde, y la única opción que nos ofrecieron es que paguemos el traslado, que son alrededor de $ 40.000, y la verdad que no tenemos esa plata…”, declararon los padres de Valdez al portal Concordia345 el viernes de la semana pasada.
Consultados por DIARIOJUNIO las autoridades del hospital Felipe Heras informaron que la antigua cámara de frío de la morgue del hospital siempre estuvo en funcionamiento y este medio pudo corroborar que la misma, con capacidad para dos cuerpos, estaba operativa y, al momento, desocupada.
Según señalaron las fuentes consultadas, la misma es compartida entre el hospital y los médicos forenses ya que es lo único que hay disponible.
En tanto, la cámara mortuoria adquirida por el Poder Judicial, con capacidad para tres cuerpos, se encuentra fuera de servicio y depositada donde debía ser la recepción u oficina de la morgue porque la obra de ampliación y refacción fue mal ejecutada y la cámara, por sus dimensiones, no entra en el lugar que fue construido y acondicionado para que la misma fuera instalada.
Además, desde su adquisición no pudo ser puesta en funcionamiento debido a que -explicaron a este medio- “todos los técnicos que han pasado, por lo menos cinco, no pueden dar con el problema”.
“Es más, todo lo que el poder judicial usa es material del hospital Felipe Heras, las cámaras y todo el instrumental que utilizan son del hospital. Ellos hicieron la infraestructura de la nueva morgue, trajeron una cámara de frío pero que no entra porque tomaron mal las medidas. La cámara que trajeron es más grande que el lugar que hicieron para meterla. Entonces la dejaron del lado de afuera, un lugar donde iba a funcionar una oficina”, detallaron.
“Algo que nos sucede a menudo es que no tenemos lugar para depositar a los occisos del hospital. Por suerte, los familiares suelen llevarse a sus muertos rápido. Pero se han sucedido varios problemas por la desidia con la que trabajan y la suciedad que dejan los forenses. Hemos tenido quejas de pacientes, vecinos y del personal por el terrible olor nauseabundo y las moscas. Es más, desde el hospital se han hecho dos denuncias por este tema, pero no acusan recibo. Han dejado los pisos y las camillas ensangrentadas, han dejado cuerpos afuera de la heladera de un día para otro, diseccionados… Pero eso de que las heladeras no han estado funcionando no es cierto. El hospital se encarga de hacer el mantenimiento de las mismas con técnicos privados, incluso de pagar la luz y hasta el personal del hospital ha tenido que limpiar la suciedad que dejan”, confiaron a este medio.
Fuente: Diario Junio