25 noviembre, 2024

Ambos compartieron una alianza electoral en 2013. Ocho años después, Busti no está seguro de haber hecho lo correcto. Remarca que no habló con Frigerio durante los cuatro años en los que fue ministro de Macri. Opina que ahora el líder de PRO no le va a sacar votos al peronismo y sólo se va a llevar “algunos dirigentes”, entre los que, por las dudas, aclara que no se cuenta. “Yo hoy de este barco no me voy”, aseguró.

Por estos días, Jorge Busti recuerda con incomodidad el año 2013. “Muchas veces me pregunto si hice bien o hice mal”, confiesa el ex gobernador peronista en referencia al acuerdo electoral que cerró para las legislativas de ese año con el líder del PRO Rogelio Frigerio y que hizo senador nacional a Alfredo de Angeli y diputada nacional a su esposa, Cristina Cremer.

La incomodidad tiene que ver con el presente, con Frigerio y los intendentes radicales solos en el escenario electoral entrerriano, buscando ampliar la base de sustentación política de Cambiemos con dirigentes del peronismo. Y con un oficialismo que parece congelado por la crisis, sin ningún candidato en la cancha.

En el diálogo con Página Política, Busti elude responder algunas consultas. Pero, curiosamente, aclara sin que se le pregunte que va a seguir siendo parte del Frente de Todos; que no va a volver a ser socio de Frigerio (a quien conoce desde la época en que ambos eran menemistas, Busti como gobernador y Frigerio como funcionario de segunda línea del ministerio de Economía de Carlos Menem); que la relación de 2013 se cortó en 2015 y no lo vio en los cuatro años en los que fue ministro de Mauricio Macri.

 

-¿Qué pasa que no hay peronistas en la escena electoral entrerriana? Parece que sólo Cambiemos tiene candidatos.

-Si, veo a Frigerio recorriendo la provincia y a los intendentes radicales decididos a jugar en las primarias, lo cual no me parece mal porque creo que si no lo hacen ahora no lo hacen nunca más. Lo nuestro esta inmovilizado producto de que depende de la acción de gobierno ¿Qué campaña va a hacer un candidato oficialista cuando se está vacunando, hay gente que se está muriendo y muchos que están sufriendo? Es muy difícil. Creo que se va a esperar hasta último momento para definir los candidatos. Hay dos sectores del electorado definidos: los núcleos duros de cada frente y después un sector de la sociedad que observa y que define su voto en los últimos días. La clave será la valoración positiva o negativa que haga ese electorado de lo que hace el gobierno para enfrentar la pandemia y los problemas económicos.

 

-¿Considera que, para captar ese voto blando, la oferta peronista tendría que llevar candidatos moderados, no kirchneristas o no funcionales al juego de la grieta?

-Creo que los candidatos van a jugar un rol, pero lo que va a pesar ante todo es la acción de gobierno, cómo se la evalúe. Muchos me han venido a hablar para que se candidato, cosa que rechacé porque ya he perdido esa voluntad personal y creo en serio en la renovación dirigencial.

 

-¿Le pidieron de adentro o de afuera del gobierno?

-No, militantes, simples militantes que creen que puedo aportar. Pero les aclaré que no.

 

-¿Quién debe armar la lista del oficialismo?

-Creo que no sólo va a participar el Gobernador sino que también habrá opiniones de la coalición que gobierna, tanto del Presidente como de la Vicepresidenta.

 

-En este contexto ¿qué sería más saludable para el oficialismo, internas o lista de consenso?

-No veo margen para una interna. No sé cómo se puede realizar en medio de la pandemia. Es complicado. Vas a llegar a un pueblo y lo primero que tenés que considerar es cuántos muertos hay, cuántos contagiados. Es complicado. Parece que hay algunos que no se dan cuenta.

-¿Cree que Frigerio puede sacarle votos al peronismo?

-Creo que no. Le va a sacar algunos dirigentes, pero no votos.

 

-La vez que más le sacó votos al peronismo fue en 2013, con un tal Jorge Busti como aliado. ¿Qué le dejó aquella experiencia de haber compartido un espacio político con el líder del PRO y qué diferencias encuentra entre aquel Frigerio y éste?

-Era otro contexto. Nosotros teníamos diferencias con el kirchnerismo por el pensamiento único y ellos eran club social, prácticamente no existían. Fue una necesidad juntarse para sobrevivir. El tiempo dirá si lo que hicimos fue correcto o incorrecto. Muchas veces me pregunto si hice bien o hice mal. Ahora es otra cosa, Frigerio fue cuatro años ministro del Interior del gobierno de Macri. Y una cosa muy importante: en los cuatro años nunca lo vi, porque no quise estar mezclado con lo que estaba haciendo Macri en Argentina.

 

-¿Se está comparando con el Gobernador y los intendentes peronistas que frecuentaron a Frigerio en los cuatro años de Macri?

-Eso fue una relación institucional, necesaria. Lo que digo es que mi relación con Frigerio se interrumpió cuando integró el gobierno de Macri. Hoy juego a muerte acá. Con el FEF (Frente Entrerriano Federal) fuimos los primeros en firmar para estar en el Frente de Todos. Yo hoy de este barco no me voy, no importa cómo vaya el barco, bien o mal. La gente del PRO no valora que el peronismo no va a desaparecer más allá de cualquier resultado electoral y el único que puede contener una situación social difícil es el peronismo. Los que lo dan muerto al Frente de Todos por la situación se equivocan. Falta mucho para las elecciones.

 

-¿Frigerio es lo mismo que Macri?

-Creo que tiene problemas con ciertos sectores de PRO y trata de ampliar su base de sustentación por otro lado. Y también le cuesta tomar la base radical que me parece que, inteligentemente, están tratando de retener los intendentes radicales. Frigerio tiene que asumir que fue el ministro del Interior de Macri, que tenía un poder enorme dentro del gobierno y que son del mismo espacio político.

 

Unión por Entre Ríos

Para las elecciones legislativas de 2013, Rogelio Frigerio integró una alianza electoral con el tres veces gobernador Jorge Busti, en ese año enfrentado al kirchnerismo, que en su versión entrerriana encarnaba el entonces gobernador Sergio Urribarri.

La pelea entre Busti y Urribarri  -maestro y discípulo-  llegó a tal punto que Urribarri reunió al congreso partidario a fines de 2011 para expulsar a Busti del PJ por haber competido en contra del partido en las elecciones provinciales de ese año con su Frente Entrerriano Federal.

Aquella alianza, llamada Unión por Entre Ríos, convirtió en senador nacional al hasta entonces dirigente agrario Alfredo de Angeli. Fue el primer triunfo contundente del PRO, que consiguió desplazar a la UCR entrerriana del lugar de la minoría que ocupaba en el Senado de la Nación.

El candidato a senador derrotado de la UCR fue Atilio Benedetti, a quien hoy Frigerio quiere sumar a su lista de diputados. El beneficiado fue Busti. Su esposa, Cristina Cremer, se garantizó cuatro años más en la Cámara de Diputados.

De Unión por Entre Ríos también participaron los peronistas Luis Leissa y Emilio Martínez Garbino, hoy parte del peronismo no kirchnerista que conversa con JxC.

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