Sostuvo que “de ninguna manera se puede señalar que, por priorizar la salud, la provincia va en contra el turismo, ya que el propio gobernador ha señalado la necesidad de mantener activas todas las fuentes de trabajo posibles, entre ellas la de este sector, tal como quedó demostrado”. Pero afirmó que esa premisa debe cumplirse “dentro de un criterio de responsabilidad”, ya que “no podemos tomar decisiones que agraven la situación epidemiológica.”
Al respecto, Bahillo mencionó además que los organizadores de la prueba atlética reconocían “la compleja situación que se atravesaba”, porque en un posteo del martes 13 de abril, “ellos mismos advertían que podía haber una marcha atrás si había algún anuncio por parte del gobierno nacional. Lo que efectivamente pasó al día siguiente, el miércoles 14 de abril, cuando el presidente dio un mensaje a todos los argentinos y anunció que se reforzaban las restricciones”.
Para Bahillo, ese posteo de hace más de 10 días “es un reconocimiento que, una medida como la que tomó Entre Ríos este viernes, no debía sorprender a nadie”. Señalando que, por ese motivo, “se debía tener en cuenta el escenario que estamos atravesando a la hora de asumir estos compromisos, organizando competencias para tantos participantes, ya que se habla de más de 1.000 competidores”.
Decisiones urgentes
El funcionario indicó que, en el marco de la pandemia, la mayoría de las decisiones “son de aplicación urgente, por una realidad que se agrava día a día. Por eso digo que a nadie debe sorprender, si hay algo previsible en esta situación es que las condiciones pueden cambiar día a día. Como en tantos lugares del mundo que puede ser tomados como ejemplo.”
Asimismo, aclaró que “el último DNU permite la realización de competencias de disciplinas autorizadas por federaciones o asociaciones (fútbol, básquet, softbol)”, pero que en el caso del triatlón “estamos hablando de una competencia organizada por privados”.