Los DEG serían habilitados desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) entre fin de este mes y comienzos de junio; con lo que el Gobierno tendría ese dinero autorizado para contabilizarlo dentro de las reservas del Banco Central, en algún momento del segundo trimestre del año.
El Ejecutivo no piensa recrear los Programas de Asistencia y Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP); y sólo, eventualmente y para casos de sectores puntuales en crisis, rediseñar los Repro II.
Pero sí se tiene en mente dentro del gabinete nacional, una nueva etapa del plan de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Esto sumado a algún plan extraordinario de créditos directos y direccionados, como los recientemente lanzados por el ANSES. El problema que tiene el Gobierno, es que no hay partidas importantes que figuren en el Presupuesto aprobado por el Congreso para el 2021 para poder reactivar los planes de ayuda y sostenimiento de la economía real.
¿De dónde puede salir entonces el financiamiento de los nuevos planes sociales?. El FMI podría salir al rescate, con los DEG, que la propia Kristalina Georgieva anunció hace 10 días. La directora gerente del organismo confirmó que el Fondo habilitará en semanas unos u$s650.000 millones, exclusivamente destinados a los países en desarrollo que tengan su cuota al día con el organismo. Como Argentina cumple con la condición de hacer sus liquidaciones mensuales, y como al país le corresponden unos 0,7% por sus acciones en el directorio del FMI; en total se recibirían unos u$s4.354 millones.
Ese programa tuvo un costo máximo a noviembre de 2020 por unos 265.000 millones de pesos, equivalentes a 0,8% del PBI; en ese momento unos 2.500/ 2.600 millones de dólares. En el Gobierno se hacen cálculos y sería el mismo monto que lo que quedaría disponible de las DEG, luego del eventual pago de septiembre. Sin embargo, la situación sería ahora mucho más holgada, ya que ese cálculo de los DEG a noviembre del año pasado, incluye las peores etapas de la cuarentena completa del segundo y tercer trimestre del 2020; situación a la que no debería llegarse este año. Al menos según las proyecciones oficiales. El primer cálculo mental del oficialismo habla de sólo u$s1.000 a 1.500 millones.