Polémica por los “pendorchos amarillos” en la zona céntrica de Concordia
Según un legislador comunal, la idea de colocar mesas y sillas sobre algunas trazas de la vía pública en la ciudad de Concordia tuvo varios encuentros y reuniones entre funcionarios de las distintas áreas del Ejecutivo Municipal y concejales que lo terminaron aprobando en una sesión extraordinaria. Para muchos ciudadanos, tal decisión es una avance de los privados contra el espacio público, que se asemeja más a una gestión de tipo “Pro” que a una “peronista”. Otros en cambio, fueron más críticos con los “pendorchos amarillos”, pues les da derechos a bolicheros de barrio a poner mesas en la vía pública.
La decisión política y luego su aprobación en una sesión extraordinaria en el Honorable Concejo Deliberante de Concordia, de que en el radio de la zona céntrica, un puñado de empresarios gastronómicos puedan acupar con sus mesas y sillas una parte de las calles fue muy controversial. Al instrumentarse la ocupación del espacio público delimitados con pintura amarilla y unos “pendorchos”, calificativo de un ciudadano muy ofuscado, parece abrir una caja de pandora. “Hay mucho dinero que se destinó para hacer esta barbaridad (pendorchos amarillos). Es más; tengo entendido que las realizó un empresario con apellido de reconocido automovilista”, dijo el concordiense.
No fueron pocas las calificaciones y vituperios de conductores y automovilistas que se ven impedidos de manejar sobre una angosta franja. “¿Qué pasa si por un descuido uno se lleva puesto a alguien que está tomando, almorzando o cenando en plena calle?” dijo Raúl, un remisero que lleva años conduciendo por la ciudad. ¿Quién se hará responsable? ¿La Municipalidad de Concordia? ¿el propietario del negocio?, se preguntó y para rematar señaló, “Quién le pagará las pérdidas que ocasionará al Estacionamiento Medido?”.
Bar Scattone
Frente a esta nueva modalidad y en donde frente a una necesidad, nace un derecho, parroquianos de un histórico Bar que ahora está sobre calle San Martín casi Sarmiento, también solicitarán sacar sus mesas de madera sobre la arteria, en donde se podrán degustar los clásicos sandwiches de mortadela y queso, salame con manteca en pan francés y la especialidad del vino de la casa en el pingüinito. “No queremos ser menos”, señalaron a Diario del SUR, el Mono Acuña y Daniel Irigoyen, dos visitantes asiduos del Scattone.