Según se informó a TDN, un grupo de pescadores en el Río Uruguay frente a la costa de Salto observaron una anaconda de gran tamaño desplazarse río abajo en la tarde de este domingo. El animal se aproximó a la costa y se movilizó por el río hasta que lo perdieron de vista. Hay antecedentes : La primera vez fue en la década de los 90, sobre el río Uruguay y el río Cuareim, en las cercanías de Bella Unión, departamento de Artigas. Luego, un pescador encontró otra en Paysandú, sobre el río Uruguay.
Un pescador dijo a TDN que «el animal tenía una cabeza grande y en su boca (de gran tamaño) llevaba algo, otro animal, estaba comiendo. Cuando la lancha intentó acercarse se sumergió y a los metros volvió a verse un poco en la superficie pero era grande. Estábamos en duda de que era eso que se veía, una víbora común evidentemente que no. Aparte gruesa y larga que la verdad asustó. Yo pedía a mi amigo que no se acercara porque no sabíamos que reacción podía tener».
«Cerca nuestro había otra lancha que también pudo ver pero ellos optaron por quedarse cerca. Nosotros les gritamos y ellos nos respondieron que estaban mirando lo mismo. Era una víbora grande, muy grande, por eso pensamos que es una anaconda. Hemos visto víboras en el río pero no de este tamaño» sostuvo Pablo Pérez.
La tarde calurosa y tranquila de dos amigos en lancha terminó con un flor de susto al ver en el río Uruguay una gran víbora a la que ellos entienden es una anaconda. Señalaron a TDN que una segunda lancha que estaba próximo a ellos también observó al animal desplazarse por el río Uruguay.
Hay antecedentes
Probablemente la anaconda haya llegado a otros departamentos norteños desplazándose sobre todo por medio de islas de camalotes.
Es un reptil grande que mide hasta cuatro metros de longitud. Mata a sus presas por constricción, envolviéndolas y apretándolas. Así logra alimentarse de varios vertebrados, entre ellos yacarés, tortugas, carpinchos, coatíes, comadrejas y venados. Espera a sus presas sumergida en el agua, entre la vegetación, preferentemente camalotes.
En otros sitios es conocida como curiyú. Los guaraníes la llamaban Mbói Kurijú, una de las deformaciones del nombre «curú tijú» (que significa «espuma en la garganta»). Quizás ese nombre se deba a la abundante espuma que se acumula en su boca al tragar una presa.
Una multitud de crías
Logra la madurez sexual entre los cuatro y los siete años de vida. Cuando está apta para reproducirse, la gestación dura de cuatro a seis meses.
¡Tiene entre doce y cuarenta crías por vez!
Canibalismo
Estas víboras pueden ser caníbales, lo que significa que llegan a matar ejemplares de su propia especie para alimentarse, señala Montevideo Portal.
Fuente:tdn.uy/