El Senado convirtió en ley el “aporte solidario y extraordinario” a las grandes fortunas

Con mayoría asegurada en el Senado, el Frente de Todos logró en la sesión de este viernes la sanción del proyecto de aporte solidario y extraordinario a las grandes fortunas, que establece una “contribución por única vez” a los patrimonios superiores a los 200 millones de pesos, con el objetivo de “morigerar los efectos de la pandemia”.

Al oficialismo lo acompañó en la votación el rionegrino Alberto Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana. En tanto, con fuertes críticas, votaron en contra los senadores de Juntos por el Cambio y del interbloque Parlamentario Federal. La iniciativa obtuvo 42 votos positivos y 26 negativos.

Los senadores jujeños Mario Fiad y Silvia Giacoppo estuvieron ausentes a la hora de votar.

El titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, Carlos Caserio, fue el miembro informante del oficialismo y como tal afirmó que lo que estaba en discusión es un aporte “único, por única vez, en una situación trágica que tiene el mundo, y evidentemente en una situación excepcional comparada con los grandes momentos que tuvo el mundo. Estamos saliendo de esta pandemia como salimos de algunas de las guerras mundiales: con miles y miles de muertos en el mundo y también con las economías y las posibilidades de un mundo que estaba para crecer, suficientemente desgastadas”.

Antes de ponerse a detallar las características del proyecto, el diputado oficialista se preocupó por realzar el valor del Estado. Habló de la necesidad de tener “un Estado justo, solidario, que esté al servicio de la gente, porque los pensamientos neoliberales atacan siempre al Estado. El Estado tiene una obligación para el ciudadano, y para eso recauda recursos y tiene la responsabilidad de optimizar todo eso que recauda para el bien de la gente”.

Tras dejar claro cuál es a su juicio el rol del Estado se adentró en el proyecto en discusión, señalando que “esta ley es un aporte que solicitamos a los altos y grandes patrimonios del país”, y aclaró que el mismo está direccionado a las personas humanas, no a las empresas. “Esto es aplicable a las personas humanas con patrimonios superiores a los 200 millones de pesos”, agregó.

El aporte solicitado abarca el patrimonio de las personas, reconoció, “es lo que generalmente en el país tributariamente hacen los que pagan bienes personales”. Y a continuación precisó que “si tomáramos a las personas alcanzadas, tendríamos que el 0,02% son los que tienen que hacer este aporte. Para que sepa la gente que no se deje engañar, porque pareciera que estamos persiguiendo a los ricos, que no tiene nada de malo ser rico. El 99,98% de los argentinos no tiene que hacer este aporte. No estamos persiguiendo a nadie”.

El senador nacional Martín Lousteau afirmó que “este no es el mejor esfuerzo que podemos hacer”, afirmando que el proyecto “tiene un montón de falencias y no va a resolver nada de lo que decimos que queremos resolver”.

Criticó incluso la utilización que se le dará a lo recaudado a través de esta ley. “Por ejemplo, el 25% en proyectos gasíferos, y vamos a incentivar a YPF que creo que va a generar un problema de litigiosidad: estamos creando un impuesto para darle fondos a YPF que es mixta, privada y pública y va un 15% al fondo de integración socio urbana y otro porcentaje a las becas Progresar”, sostuvo, planteándose luego si este aporte será solo por un año, consignó Parlamentario.

“Y digámoslo de una vez: esto no es un aporte, es un impuesto extraordinario por única vez, y no entiendo cómo vamos a seguir financiado esas cosas si el aporte es solo por un año y ya sabemos qué pasa con los impuestos extraordinarios en Argentina”, alertó.

El economista de Juntos por el Cambio sostuvo que “tenemos que ver cómo hacemos un mejor Estado, que funcione bien, que le resuelva la vida a los argentinos y de manera sustentable para generar crecimiento real. Un Estado moderno y de iguales. Un Estado que de la certeza que la próxima generación va a estar mejor que la actual”.

Esteban Bullrich afirmó que este tipo de impuestos “no es el camino” y detalló la manera como puede impactar en los inversores. Si uno lee los fundamentos del proyecto, dijo, se afirma que el FMI y el Financial Times avalan este impuesto, pero aclaró al ir a esos artículos se advierte que indican lo contrario. “Además, otra ironía: uno de los autores es alguien que escondió el banco en una cooperativa para no tener que pagar impuestos, y crea este impuesto, y el otro es un evasor fiscal, que le debía 4 millones de pesos a la AFIP y se acaba de sumar a una moratoria”, disparó en referencia a los diputados Carlos Heller y Máximo Kirchner.

El senador Jorge Taiana sostuvo por su parte que lo que está en discusión “se está discutiendo en todo el mundo: cómo se transita la pospandemia”. “Ese debate que está presente -dijo-, ya tiene algunas conclusiones. La primera es que se revaloriza el rol del Estado, que es el único capaz de enfrentar una situación como es la pandemia. Y para eso el Estado se muestra como una herramienta imprescindible”.

Tras aclarar que el Estado debe tener un buen nivel de eficiencia, remarcó que el sistema de salud ha sido revalorizado a partir de esta crisis. Y muchos de los problemas observados, dijo, fueron por la desatención que tuvo ese sector. “Estamos enfrentando un desafío grande, con un principio de solidaridad, de responsabilidad colectiva, de sentimiento de pertenencia a una comunidad, donde unos y otros tenemos responsabilidades por el desarrollo del conjunto. Y esa comunidad debe actuar a favor de un principio de equidad”, señaló.

Taiana recordó que “la Argentina estaba en emergencia antes de llegar la pandemia”, necesita recursos. Y la pandemia se ha llevado, dijo, “no menos del 5,5% del producto bruto; 3,5% en políticas sociales y 2% en facilidades financieras. Se ha llevado mucho de lo poco que tenemos. Y sin embargo sabemos que esa ayuda no ha alcanzado. Por eso esta propuesta del aporte solidario por única vez”.

El senador de Juntos por el Cambio Roberto Basualdo es uno de los dos senadores que estarían alcanzados por este aporte -el otro es el salteño Juan Carlos Romero-, y recordó que en el inicio de la pandemia, junto a una decena de senadores de ese interbloque empezaron a trabajar en un proyecto que nunca se trató, y que avanzaba de una manera distinta en el sentido de que el que más tiene hiciera un esfuerzo en esta crisis. “Pedíamos que invirtieran el 2,5% del capital, sino el Estado les cobraba una multa. Tenían que hacer inversiones productivas; les dábamos la posibilidad de que hiciera el esfuerzo, pero invirtiendo, que es lo que sabe hacer”, explicó, con lo cual “generábamos así un círculo virtuoso: si alguien no quería invertir, podía donárselo a la Cruz Roja, por ejemplo, y si no lo hacía pagaba una multa”.

En cambio, dijo, el proyecto puesto en consideración “espanta a las inversiones”. El senador sanjuanino explicó que es “lógico y natural” que así suceda, pues si una empresa está dispuesta a hacer una inversión, pero en estas circunstancias “va a frenarla, porque tiene que pagar este impuesto”.

“Los que presentamos este proyecto lo hacíamos para generar trabajo, para entrar en un círculo virtuoso, y que el año que viene paguemos más”, pero de otro modo, explicó. Pero aclaró que el proyecto fue presentado el 24 de abril y “ni lo trataron”.

El senador Basualdo recordó que él tiene que pagar ese aporte y dio gracias a Dios por tener que hacerlo. “Si no tuviera que pagar sería porque no tendría nada, gracias a dios tenemos que pagar impuesto, pero quiero hacerlo generando trabajo. El problema es ver cómo hacer para generar trabajo”.

A su turno, la senadora María de los Angeles Sacnun consideró que este proyecto cumple con los requisitos constitucionales, y consideró que lo que estuvo en discusión para muchos es la propiedad privada. “No es un derecho absoluto en la Constitución”, aclaró al respecto, aclarando que “claramente hay que respetarla”, pero en momentos de crisis como este, planteó “el principio de la solidaridad y la justicia social”, que hacen que se deba avanzar en este aporte.

Rechazó que el aporte sea confiscatorio. La misma, en todo caso, “tendrá que ser probada”, aclaró. “La verdad que durante el gobierno de Mauricio Macri le sacaron a los pobres para darle a los ricos y no llegó nunca la lluvia de inversiones”, criticó sobre el final.

La senadora Silvia Elías de Pérez enumeró los catorce impuestos creados o aumentados por el actual gobierno. Entre ellos, el impuesto PAIS, el que gravó los servicios digitales, la suba de alícuotas de Bienes Personales o la vuelta del IVA a trece alimentos de la canasta básica. También mencionó las subas a los impuestos a los autos de alta gama, que luego se extendió a los autos de gama media, el congelamiento de las reducciones de las cargas previsionales y la suspensión del Pacto Fiscal que le permitió a las provincias frenar las bajas acordadas en los impuestos a los Sellos e Ingresos Brutos. La senadora también se refirió al aumento de las retenciones y, más recientemente, el alza a los impuestos internos a los bienes electrónicos.

Otro de los senadores que estarán alcanzados por la ley aprobada, el salteño Juan Carlos Romero, habló en los cierres del debate, calificándolo como un “paquete de revancha, de venganza”. Sumaba en ese sentido el proyecto de reforma de la ley del manejo del fuego. Aludió al senador Parrilli, que acababa de hablar criticando a los que se hicieron ricos a costa del Estado, señalándole que “se olvidó de Cristóbal López, de los Kirchner”.

“Este tipo de medidas, acá y en el mundo, no conducen a los objetivos”, afirmó, pronunciándose en cambio a favor del proyecto de Roberto Basualdo para que los empresarios hicieran inversiones productivas. “En este proyecto se repite el concepto de la leyenda de Robin Hood, donde un grupo de muchachos del bosque le quitaba a los ricos para repartir a los pobres. ¿Y cuál es el trasfondo psicológico de este concepto? Lo está practicando el Gobierno quitándole dinero a la Capital Federal para darle a la provincia de Buenos Aires. Lo está practicando ahora con los ricos”, ejemplificó, afirmando que “la justificación es la saco a uno para darle a otro; eso no es justicia, es revancha”.

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