EN CONCORDIA FUE NUMEROSA LA MARCHA CONTRA EL GOBIERNO NACIONAL
Unos 300 vehículos y alrededor de 200 ciudadanos a pie se convocaron esta tarde para una nueva marcha en contra del Gobierno Nacional. Los primeros bocinazos de la caravana se empezaron a escuchar cerca de las 16hs. Alrededor de las 17hs un puñado de oradores se animaron al micrófono y esbozaron sus reclamos por la Libertad individual, la independencia de la Justicia, la República y la propiedad privada.
La movilización de este lunes fue convocada a través de las redes sociales por la referente del macrismo, Patricia Bullrich, que llamó a un “banderazo, en defensa de la República”.
Al igual que en el resto de las manifestaciones similares, los manifestantes locales tuvieron una primera concentración de vehículos alrededor de la Plaza Urquiza.
Una vez iniciada la movilización propiamente dicha, se tomó por calle urquiza para llegar a la plaza 25 de Mayo, donde a la altura de la Catedral, había un grupo de manifestantes con banderas y carteles “por la libertad”, a favor de la Corte Suprema de Justicia, entre otros lemas.
El único momento en que la marcha se detuvo fue cuando a través de un sistema de audio montado en la plaza 25 de Mayo se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino.
Hubo algunos oradores que tomaron la palabra, pero lo que primó en la escena fueron las bocinas, los gritos y cánticos airados de exaltación nacionalista, los símbolos patrios como la Bandera Argentina y el Himno Nacional, y carteles con consignas generales como Libertad, República, Justicia y Propiedad Privada.
Entre los pocos oradores una señora de unos 50 años, hizo hincapié en una aparente maliciosa intención del Gobierno Nacional por reformar la Justicia cuando, a todas luces, se trata de un tema secundario en este tiempo que se necesita hacer más hospitales para la gente.
La segunda persona en hacer uso del micrófono fue un hombre, mayor, que tomó la palabra para lamentarse de los sucesivos gobiernos peronistas que destruyeron la provincia y la ciudad.
Finalmente,una adolescente de unos 17 años, expresó su congoja por no poder salir a bailar por las noches, juntarse con amigas, no poder practicar los deportes que ama de la manera que los disfruta (eso sería -según explicó- tener que practicar su actividad deportiva dentro de una cuadrícula pintada en el piso para mantener la distancia social recomendada respecto a sus compañeras de equipo;), por no tener Fiesta del Estudiante, viaje de estudio y carrozas. Todo justo cuando le tocaba transitar el último año de la secundaria, como si el destino y el gobierno se hubieran complotado para su infelicidad y la de muchos jóvenes más.