El estallido de la Policía Bonaerense no terminó con un simple anuncio del presidente Alberto Fernández y del gobernador Axel Kicillof. Ahora, comienza un largo proceso a partir del trabajo de Inteligencia que se realizó sobre los que lideraron las protestas y fogonearon la inestabilidad gubernamental. El ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, deslizó algo al respecto: : “El castigo lo aplica la ley, que la ejecutan los fiscales. Nosotros vamos a hacer lo que tengamos que hacer dentro de la legalidad. Hay mucho para ver acá, hay que separar la paja del trigo. No es lo mismo aquel que sacó su patrullero y lo dejó en el piquete, que aquel que no pudo ir a trabajar porque no tenía ese patrullero. Hay muchas situaciones”, disparó el ministro Berni.
“En muchos casos (los efectivos que participaron de las manifestaciones) fueron extorsionados para que hicieran eso. Desde el punto de vista de la conducción policial, hay que hacer una auditoría muy finita para determinar responsabilidades”, insistió sobre las sanciones que se vienen.
Al aire de TN durante la noche del pasado jueves 10 de septiembre, denunció que entre los manifestantes habían barrabravas, poniéndose la lupa sobre los comisarios con sumarios internos por narcotráfico: “Pero el gobernador decidió solucionar el problema. Por eso decidimos hacer la conferencia de prensa. Había que garantizar el orden público durante cuatro días en medio de esa situación en la que se mezclaban policías muy jóvenes, exonerados o retirados, y un montón de gente, barrabravas y otros actores a los que siempre se ve en los conflictos”.
Por otra parte, Berni negó haber tenido alguna comunicación con los uniformados que encabezaron los reclamos. “¿Cómo voy a tomar contacto con alguien que está delinquiendo?”, señaló al respecto.
Por otra parte, también respaldó las exigencias de los uniformados al considerar que “no puede ser que un efectivo tenga que salir a trabajar empujando el patrullero, como lo vimos hoy, o que no puedan estar seguros, que tengan que viajar 300 o 400 kilómetros y estar varios días trabajando”.
“Lo digo con total honestidad, sabíamos que estábamos ante la puerta de un conflicto. No hace falta saber mucho de seguridad para saber de la crisis de la Policía. No solo del salario, sino de sus condiciones laborales. La verdad es que la respetamos muy poco a la Policía”, cerró.